martes, 7 de marzo de 2017

La dura ALUvida en la mar

El aluminio suele aguantar muy bien los rigores del tiempo pero cuando hablamos de piezas sometidas a la sal marina, las cosas se complican. Curiosamente el aluminio puro es más resistente a la corrosión que las aleaciones, siendo las de magnesio las más apropiadas para estas aplicaciones marítimas.

Esta pieza que fija algún tipo de atalaje de una embarcación, ha sufrido un desgaste por culpa de la corrosión y la propia mecánica del uso.

Antes de soldar se trataba de intentar fabricar la parte que la corrosión y el tiempo habían hecho desaparecer. No es la primera vez que fabrico piezas para rellenar partes pérdidas de piezas, y si buscas en el archivo de este blog veras algunas de las operaciones a las que me refiero.

Una vez cortada la pequeña pletina a la medida, fue cuestión de soldarla con TiG aportando con varilla de la mencionada aleación. Una vez soldada por ambas caras, la siguiente operación era agujerear de nuevo la pieza ciega para que el pasador de retención pudiera hacer su función.


 

Una operación no especialmente complicada pero que, como siempre que se tienen que fabricar y adaptar piezas, requirió de algo más de tiempo comparado con aquellas puramente reparables con soldadura.

Barco al agua hasta nueva orden.

Antonio Maeso 2017