domingo, 7 de enero de 2018

Seguro que te suena




Para los que hemos vivido la época dorada de la Yamaha R1, es ver esta peculiar tapa de embrague e inmediatamente reconoces del motor de que se trata. La Yamaha R1 2007 fue el primer motor de 16 válvulas de Yamaha y el motor con el que me “gradué” como modesto preparador de mis motores de carreras, ahora en versión 4 tiempos. 

Pero eso es historia y aunque esta tapa me traía recuerdos de cientos de horas invertidos en mi taller en motores como al que perteneces esta tapa, hoy os hablo aquí de, como no, soldadura. 

Yamaha invirtió en materiales exóticos en plena lucha contra el peso y las prestaciones en sus supersport y la R1 mostraba este esfuerzo en esta tapa de embarque que estaba fabricada en magnesio. En este caso, uno de las protuberancias que sirve para alojar una rosca de 6 mm se partió.

La reconstrucción fue bien y el excelente material base de función de magnesio aceptó bien la operación de soldadura. Decidí soldarlo por fuera ya que interiormente las medidas se ajustan mucho al interior y en principio iba a ser suficiente haciéndolo por fuera siempre y cuando el material fundiera sin excesiva porosidad para garantizar el sellado.

Os dejo unas fotos del resultado de la reparación de esta tapa de magnesio que tan buenos recuerdos me trae de un pasado cercano.





Antonio Maeso 2018
www.maeso.eu








sábado, 6 de enero de 2018

Lo Que Terminó Haciéndome Soldador...




Pues sí, fue una estribera parecida a esta. Y es que, en mi época de piloto de Criterium, cuando empezaba a correr con medios cercanos al cero total, las caídas eran un problema y las estriberas una de esas piezas que siempre se rompía de una manera u otra. Tal era mi frustración porque no poder arreglarla y además tener que recurrir a los escasísimos soldadores que con acetileno, un horno artesanal y mucha paciencia, eran capaces de solventar con soldadura las roturas y grietas como buenamente podían.

Cuántas veces me prometí que algún día aprendería ese oscuro arte de la soldadura de aluminio y haría yo mismo mis reparaciones. De las decenas de piezas que he arreglado ya en tantos años como soldador, es una simple estribera la que siempre me recuerda el comienzo de todo. 

Dejando de lado este apunte histórico, aquí tenemos una estribera agrietada y forzada posiblemente por alguna caída o golpe. En principio fue una rotura leve que le permitiría haber seguido muchos kilómetros más pero que quizás algún día hubiese ido a más o sido débil para cualquier otro golpe con el consiguiente peligro.
Os dejo algunas fotos de una reparación sencilla y limpia para devolver a esta estribera su estructura y fuerza original y para evitar que pudiera seguir rompiéndose, situación común cuando aparece una grieta en cualquier pieza de aluminio, ya que estas tienden a hacerse más grandes. Además, en este caso puede darle una licencia a la estética y, dado que había suficiente rigidez y aluminio penetrado en la pieza, pude dejar un acabado “sin cordón visto” en la cara vista, lógicamente.













Antonio Maeso
www.maeso.eu 2018