viernes, 23 de octubre de 2015

Un poco de relleno, por favor.

Esta es otra aplicación típica de la soldadura de aluminio. Muchos bloques, y sobre todo culatas, tienen problemas con el paso del tiempo y la corrosión que el agua les produce. La solución pasa por aplicar una capa de aluminio a la zona corroída, por supuesto después de la exhaustiva limpieza, y así luego ser capaz de planificar de nuevo dejando la culata en su planicidad original para que pueda seguir funcionando sin problemas.


Los problemas que se suelen dar en estos casos vienen relacionados con el calor que el bloque disipa lo cual hace necesaria la actuación con un alto amperaje y después otro problema colateral es el relativo a que el charco pueda estar o pueda tocar vasos de agua o de tornillos con lo cual puede exigir luego un mecanizado algo más complejo.

En este caso no hubo mucho problema ya que la corrosión no era muy grande y pude rellenar suficientemente el espacio con un charco bastante limpio debido a la calidad de la fundición y por supuesto a la pulcritud en la limpieza incluyendo el material de aportación. Destacar que para una pieza como esta, sometida a altas temperaturas, el aluminio a emplear fue un 4047 que aguanta mejor los cambios extremos de las mismas.

Antonio Maeso
Soldaduras especiales Almería 2015

domingo, 11 de octubre de 2015

Barco Vikingo

Esta es una de esas veces en las que el tamaño te sorprende, pero en este caso por defecto.

Y es que este amigo me llamo y me dijo que tenía una pieza hay que soldar que era un intercambiador de calor de un barco inglés antiguo (44 años) y del cual ya no había recambio. Como digo, a veces escucho 'barco' o 'camión' y me espero encontrar piezas grandes y, aunque no es que esta dura pequeña para ser un intcambiador de calor, casi me lo esperaba más grande.

Felipe, el dueño del barco, tuvo unos problemas físicos graves que le llevaron a replantearse la vida. Una de las cosas que hizo fue comprarse un barco antiguo inglés que restauraría y en el que encontraría la motivación necesaria para adaptarse a su nueva situación y poder superarla.

El caso es que, un tiempo más tarde, encontró que en el motor tenía una pérdida de agua...

Esta pieza de aluminio fundido (peligro, fundido y antiguo= problemas de fusión por contaminantes varios) había estado expuesta a aguas que habían terminado por corroer el aluminio en una de las entradas donde conecta, de manera cónica, un colector. Felipe había intentado todo para tapar las fugas hasta el punto en el que se hizo insostenible y busco una solución. La solución pasaba por rellenar a aluminio todo lo que el tiempo y la corrosión se habían llevado y después mecanizar la pieza a la medida original para poder volver a darle utilidad. Como se puede ver en la siguiente foto, toda la reparación tendría que, finalmente, acercarse a la apariencia que tenía el otro lado 'sano' del intercambiador y que ilustro en esta instantánea.

Puede parecer reiterativo y bastante predecible para los que seguís este blog, pero empecé limpiando, limpiando y limpiando, como dicen los americanos. Una vez saneado, me di cuenta de que había tenido que quitar algún aluminio podrido con lo cual la pérdida de material era aún mayor. Así es que los dos o tres cordones que pensaba echar se convertirían en bastantes más...

En este caso usé la máquina con en proceso MiG doble pulsado debido a dos motivos: uno la alta tasa de deposición de material que se consigue con este sistema en comparación con el TiG y por otro el hecho de necesitar no dar mucho calor a la pieza pues estaría todo el tiempo recreciendo el filo superior con la dificultad que ello conlleva en aluminio.

Di varías pasadas que iban no sólo recreciendo en vertical sino también algunas con cierto Angulo para darle algún grosor a la pieza, ya que luego tenía que ser mecánizada y con una forma cónica que requería unos milímetros de grosor.

Poco a poco, y más de 10 pasadas después, la pieza fue tomando grosor y altura, con los cual el trabajo se fue terminando en su primer estadio.

Felipe tuvo la paciencia, unos días después, de ir lijando y dando forma a todo ese aluminio agregado para finalmente copiar la silueta de la tapa del colector que encaja en él intercambiador.

Otra pieza salvada y otra sonrisa en la cara de Felipe y en la de este soldador que subscribe.

 

Antonio Maeso.

Septiembre de 2015

Soldaduras especiales Almería