viernes, 28 de abril de 2017

Route 66

Creo que las Harley tienen fama de duras, o al menos de tipos duros. Bueno, no sé muy bien que analogía le puedo sacar  al hablar del problema que se me presentó a estudio, pero para empezar diré que se trata de aluminio y, en cuestiones de este metal los americanos siempre han contado con buenas materias primas.

 

Está Harley, ya tirando a clásica por la apariencia del motor aunque no llegué a preguntar por la fecha de la moto, sufrió un accidente en el cual parece que el chasis no se lastimó, pero sí lo hizo el motor en su sujeción al mismo, partiéndose la pestaña de aluminio que formaba parte del cárter motor.

Soldar una pieza de este tipo siempre supone lidiar con diferentes retos. El primero, ya que mencioné la calidad del aluminio, es precisamente saber con qué tipo de fundición te encontrarás, ya que en muchos casos los cárteres fundidos (el 99% de ellos) incorporan impurezas en su fundición, que luego son un problema a la hora de soldarlos.

Por otro lado, y seguramente un problema mayor que el anterior (que con diversas técnicas de puede disminuir) es el hecho de que os cárteres montados, es decir, cerrados, lógicamente contienen restos de aceite el su interior, que no se pueden limpiar, con lo cual existe la peligrosa posibilidad de que el charco llegue a tener 100% de penetración en algún punto y se contamine con aquel.

 

Por último está la cuestión de la posición. Mover y posicionar un motor de ese tamaño para soldarlo no es fácil, y puede ser que con la tig (casi siempre la mejor primera opción a considerar cuando vas a soldar aluminio) no se pueda hacer bien el cordón completo. Ello, sumado a que no queremos ponerle excesivo calor a la pieza para evitar contaminar la con el aceite interior, hacen que, una vez, me decidiera por una intervención mixta usando los procesos mig (para dar poco calor instantáneo) y tig para asegurar una buena penetración en puntos clave.

Al final, llegué a un compromiso en el cual la premisa principal, que era la de darle la máxima robustez a la pieza, creo que fue conseguida satisfactoriamente, con lo cual este motor ha podido volver a su chasis con las mínimas complicaciones posibles para ello. Os dejo con algunas fotos del proceso, no olvides subscribirte al blog para futuros post.

 
 
 
 

Antonio Maeso 2017
 

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